Flores de Bach

Las Flores del Dr. Edward Bach constituyen una terapia alternativa para regular las emociones, basada en las propiedades de 38 plantas, concretamente de sus flores. Su objetivo principal es ayudar al paciente a conocerse para equilibrar sus emociones solucionando «temor, incertidumbre, desinterés, soledad, susceptibilidad, desesperación y sufrimiento».

El miércoles 24 de septiembre de 1936, en Wallingford, Inglaterra, el Dr. Bach pronunció una conferencia sobre la curación por medio de hierbas. En ella expreso su preocupación ante el hecho de que tanta gente prefiriera desentenderse de sus relaciones de armonía con la Naturaleza y confiará a la industria farmacéutica y a la cirugía toda la responsabilidad por el mantenimiento de la salud. Comenzó diciendo: Desde los primeros tiempos de la historia comprobamos que las plantas han sido empleadas como remedios curativos, y hasta donde los registros llegan, se comprueba que el hombre ha tenido fe en que en las plantas de la pradera, del valle y de la montaña radica la fuerza que cura sus enfermedades.

No es probable que durante milenios grandes naciones de distintos credos  y razas hayan creído con firmeza, estudiado con perseverancia y usado con constancia las hierbas como remedio, a menos que detrás de todo esto radicara una gran verdad. Pero esta verdad, como tantas, se difumina desde la perspectiva del progreso.

Nadie podrá negar que se han hecho maravillosos avances en los laboratorios farmacéuticos. Pero tampoco puede negarse que casi se perdió la gran verdad que un día se creyó inolvidable. Y lo que es más chocante: aprendimos a recorrer velozmente caminos altamente sofisticados… para llegar a lo que siempre hemos tenido a sólo un paso y en estado puro.

Cuando tomé por primera vez las flores de Bach, nadie me explicó su fundamento y menos aún la vida de su creador. Supongo que el afán investigador era propio de su formación de médico y bacteriólogo pero creo que la vida lo puso ante un precipicio, al ser médicamente desahuciado en 1917 cuando le pronosticaron tres meses de vida, y él logró sobreponerse y dejarnos una obra útil y perdurable. A veces, sino es ante una gran calamidad uno no deja el camino conocido y “el de la ciencia practicada en el entorno médico y hospitalario era su senda habitual”. Gracias a su atrevimiento y a su saber romper con todo, pasó a la historia. Hoy respeto más a quienes ejercen de terapeutas florales, si es que ciertamente han sabido incorporar a su vida algo de la esencia del Dr Bach.

Bibliografía: Armando Carranza. Flores de Bach. Guía Práctica. Ediciones Obelisco. Primera Edición 1992. ISBN: 84-7720-281-8