Una tarde lluviosa de abril en Sevilla

El pasado lunes, 20 de abril de2020, la lluvia dejo en nuestra ciudad un arcoiris. Fue especial porque muchos lo vimos desde las ventanas de nuestras casas y otros por las fotos de la policia local subidas a las redes sociales. Ya vamos necesitando disfrutar de nuevo de nuestros espacios, ansiamos parques, jardines, aire libre, mirar al cielo y no ver el marco de una ventana. Esas fotos y este poema de Pablo Neruda me acompañaron en la cuarta semana de confinamiento.

Truena sobre los pinos.
La nube espesa desgranó sus uvas,
cayó el agua de todo el cielo vago,
el viento dispersó su transparencia,
se llenaron los árboles de anillos,
de collares de lágrimas errantes.

Gota a gota
la lluvia se reúne
otra vez en la tierra.

Un solo trueno vuela
sobre el mar y los pinos,
un movimiento sordo:
un trueno opaco, oscuro,
son los muebles del cielo
que se arrastran.

De nube en nube caen
los pianos de la altura,
los armarios azules,
las sillas y las camas cristalinas.

Todo lo arrastra el viento

Tempestad con silencio de Pablo Neruda