El síndrome del trabajador quemado

Desde 2002 conozco este síndrome ya que lo padeció una buena amiga, cuyo sentido de la responsabilidad y compromiso con el trabajo eran bastante similares a los míos. Al encontrar este artículo del periódico El país, me ha parecido adecuado resumirlo aqui. Al final de la entrada os dejaré los datos de dicho artículo.

El desgaste profesional puede deberse a una mala organización de las tareas por parte de la empresa o a la propia autoexigencia. Sobrecarga de trabajo, expectativas demasiado altas o falta de directrices claras por parte de los responsables de una empresa. Hay múltiples factores que pueden conducir a un empleado a sufrir burnout, en español síndrome del trabajador quemado.

La definición del síndrome del trabajador quemado según Jesús Montero-Marín, psicólogo clínico e investigador en el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud se refiere a un estado de agotamiento y un sentimiento de falta de eficiencia que derivan en negligencia con los objetivos a cumplir por parte del trabajador. El término fue acuñado por el psiquiatra estadounidense Herbert Freudenberger en 1974 en el libro Burnout: The High Cost of High Achievement y lo definía como la falta de motivación o incentivos, especialmente cuando no se alcanzan los resultados deseados. Freudenberger publicó este estudio después de trabajar como voluntario en una clínica de desintoxicación neoyorkina y observar que la mayoría de sus compañeros sufría una progresiva pérdida de energía al año de empezar a trabajar, acompañada de síntomas de ansiedad y depresión. Todo ello por la falta de recompensa o satisfacción con ese empleo.

“El síndrome se origina por el padecimiento de estrés laboral crónico y la principal diferencia con una depresión es que mientras ésta conlleva agotamiento y falta de ilusión por la vida en general, el burnout se restringe al ámbito del trabajo. Si no se trata a tiempo, puede acabar afectando a todos los niveles”, señala Antonio Cano, catedrático de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid y presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y la Depresión.

Síntomas del síndrome del trabajador quemado:
Levantarse habitualmente cansado y sin ganas de ir a trabajar pese a haber descansado más de siete horas.
Sentir que está dejando de lado su vida personal para atender sus tareas laborales y que lo que antes le proporcionaba desafíos y gratificaciones ahora le resulta indiferente.
Otro indicador es que la calidad de las interacciones con las personas a las que atiende sea cada vez peor, o que tenga el sentimiento permanente de ser ineficiente.
“A nivel psicosomático se puede manifestar con insomnio, problemas en la piel, dolor de cabeza… Cada persona puede manifiestarlo de una forma distinta, según su tolerancia al estrés y sus características personales”, indica el psicólogo Jesús Montero-Marín, miembro de un grupo de investigación sobre burnout integrado por la Universidad de Zaragoza y el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud.

El síndrome del trabajador quemado, Ana Torres Menárguez, Madrid 16 Junio 2015, EL PAÍS, #MIEMPRESA.

1 comentario en “El síndrome del trabajador quemado”

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