Cuando la tormenta pase
Y se amansen los caminos
y seamos sobrevivientes
de un naufragio colectivo.

Con el corazón lloroso
y el destino bendecido
nos sentiremos dichosos
tan sólo por estar vivos.
Y le daremos un abrazo
al primer desconocido
y alabaremos la suerte
de conservar un amigo.

Y entonces recordaremos
todo aquello que perdimos
y de una vez aprenderemos
todo lo que no aprendimos.
Ya no tendremos envidia
pues todos habrán sufrido.
Ya no tendremos desidia
Seremos más compasivos.

Valdrá más lo que es de todos
Que lo jamas conseguido
Seremos más generosos
Y mucho más comprometidos
Entenderemos lo frágil
que significa estar vivos
Sudaremos empatía
por quien está y quien se ha ido.
Extrañaremos al viejo
que pedía un peso en el mercado,
que no supimos su nombre
y siempre estuvo a tu lado.
Y quizás el viejo pobre
era tu Dios disfrazado.
Nunca preguntaste el nombre
porque estabas apurado.
Y todo será un milagro
Y todo será un legado
Y se respetará la vida,
la vida que hemos ganado.

Cuando la tormenta pase
te pido Dios, apenado,
que nos devuelvas mejores,
como nos habías soñado.
Hace tiempo que no añadía ninguna entrada al blog, hoy he recibido este poema por whatsup de una buena amiga. Teniendo en cuenta que en Sevilla, España celebramos el Jueves Santo manteniendo el confinamiento debido a la pandemia del coronavirus, leer este poema me ha llenado de emoción y esperanza. ¡Ojalá estas palabras, se hagan realidad y al salir del confinamiento en cualquier lugar de nuestro planeta seamos mejores personas!
Dicen que este poema es de Alexis Valdes, Cubano que vive ahora en Miami.
Yo pensé que era de Mario Benedetti, pero no pude encontrar ninguna documentación que así lo acredite; ni lo pude encontrar en ninguno de los ocho libros que tengo.
Tienes tú algún documento que confirme que es de Mario Benedetti?
Si es así, te voy a estar muy agradecida si me lo puedes enviar a mi correo electrónico.
Desde ya muchas gracias.
Susy