Amazonita

La amazonita es la escasa variedad verde de la microclina, un mineral del grupo de los feldespatos (potásicos) con fórmula KAlSi3O8, con clasificación dentro de los silicatos. Pertenece al sistema triclínico con cristales prismáticos aunque también la podemos encontrar en forma amorfa. Los cristales presentan generalmente maclas de crecimiento que pueden ser de varios tipos. Durante muchos años se pensó que su color se debía al cobre ya que los compuestos de este metal suelen ser verdes o azules. Sin embargo estudios más recientes sugieren que su color verde-azulado se debe a pequeñas cantidades de plomo y agua que contiene aunque, también puede ser debido a una ambivalencia del ión Fe (hierro). El color de la amazonita varía de verde, verde-amarillento a verde-azulado. El color de distribución es irregular. Algunas piedras preciosas también pueden exhibir excelentes reflejos blancos. La amazonita es opaca a translúcida y rara vez transparente. Su brillo es vítreo.

La amazonita solía obtenerse exclusivamente del área de Myask, al sureste de  Chenabinsk en Rusia, donde se encuentra en rocas graníticas. Recientemente se han hallado cristales de gran calidad en Pike’s Peak, Colorado, desde 1876, donde se encuentra asociada con cuarzo ahumado u  ortoclasa. Hay más yacimientos en otros lugares de los  Estados Unidos, Brasil, India, Kenia, Namibia, Zimbabue y en Madagascar.

El nombre amazonita viene del río Amazonas, de donde se obtuvieron ciertas piedras verdes. Sin embargo es dudoso que puedan encontrarse feldespatos verdes en el área del Amazonas. Los románticos afirman que el hermoso verde de la selva amazónica se refleja en la piedra que lleva su nombre. Una leyenda brasilera cuenta que en el Amazonas, las guerreras legendarias dieron piedras verdes a los hombres que las visitaban. Se creía que estas eran Amazonita, pero eran probablemente nefrita (jade).  El río Amazonas es el nombre de las mujeres guerreras del Amazonas, que adoraban a la diosa de la luna Diana. Eran una raza de mujeres guerreras que constituían una sociedad matriarcal que ningún hombre se atrevió a desafiar. Por lo tanto, la Amazonita se considera un símbolo del equilibrio entre la agresión masculina y los valores femeninos, la promoción de la bondad y el sentido práctico.

No obstante, en Perú hay ocurrencias en la parte central de la Cordillera Oriental, a lo largo del Río Mantaro. La amazonita se ha encontrado en la actualidad en la naciente del Valle del Vrae, Perú.

Cuando la amazonita se pule adquiere un color verde claro. Se corta en cabujón. Por esa razón se usa en joyería o como adorno. Una amazonita de excelente calidad puede ser confundida con un jade precioso. Al igual que el jade, amazonita también es tallada a menudo. La amazonita no se somete a ningún tipo de tratamiento. Su relativa suavidad de 6-6,5 en la escala de Mohs, hace que sea vulnerable a presión y arañazos y requiere un poco de cuidado.

La amazonita no ha ganado una gran fama, pero tiene una larga historia, porque objetos ornamentales fueron tallados en el antiguo Egipto.
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La amazonita tiene una poderosa acción filtradora.  A nivel físico bloquea las tensiones geopáticas, protege de la contaminación electromagnética. Se cree que actúa como un buen regulador del metabolismo y ayuda a personas que hacen dieta mediante la aceleración de un metabolismo lento. Se considera especialmente beneficioso para las mujeres, ya que disminuye las molestias durante el ciclo menstrual y asegura un buen embarazo. Se considera beneficiosa para la osteoporosis, las caries dentales, la deficiencia de calcio  y los espasmos musculares. Es útil en el tratamiento de dolores en las articulaciones y del lumbago.

A nivel mental filtra la información que pasa por el cerebro y la combina con intuición.
Es una piedra extremadamente relajante, calma las emociones y los nervios y ayuda a comprobar los distintos puntos de vista. Sirve para mejorar la creatividad y la capacidad de expresión. Se recomienda para llevar una vida conyugal más feliz.

A nivel emocional, la amazonita alivia los traumas emocionales, calmando la preocupación y el miedo. Disipa la energía negativa y el enfado.
A nivel curativo, la amazonita sana y abre los chakras del corazón y de la garganta, potenciando la comunicación amorosa. Así mismo abre el tercer ojo y la intuición.