Selenita

Una variedad de yeso (sulfato de calcio hidratado, CaSO4•2H2O) en forma de cristales transparentes o de masas cristalinas, un mineral de rocas sedimentarias, de los primeros en formarse por la evaporación de agua marina en lagos y mares cerrados.
Su nombre no proviene de su contenido de selenio, del que apenas posee trazas, sino de su reflexión, parecida a la luz lunar. Existe la creencia popular de que esta piedra proviene de la luna. La palabra deriva del nombre de la diosa griega de la Luna, Selene.
Lo llamo así, el químico sueco Johan Gottschalk Wallerius (1709-1785), como sinónimo de yeso transparente, inspirándose en la reflexión de luz azul pálida del mineral, colorido que se asemeja a la luz de la luna.
En otros países este yeso claro recibió distintas denominaciones. En Alemania, por ejemplo, se le conoce como Marienglas (cristal de María), nombre que surgió de su utilización en lugar de vidrio, como placa transparente para el enmarcado de imágenes de María y para los recipientes de reliquias, puesto que las hojas delgadas de selenita, en contraposición con el vidrio de la época, estaban libres de burbujas y eran de un espesor más parejo. Por su uso como protección de las imágenes de María, en algunas regiones se llama también Frauenglas (cristal de las mujeres).
El mineral era conocido por los romanos, quienes lo llamaban Lapis specularis (piedra espejo o especular). Lo usaban para la fabricación de ventanas. Aunque en ese tiempo ya se conocía el vidrio, su calidad, llanura y transparencia no eran lo suficientemente buenas como para hacer ventanas. El historiador romano Plinio el Viejo (23-79) describe en su enciclopedia Naturalis, la historia la extracción y elaboración del Lapis specularis para confeccionar ventanas y lámparas. En la época de los romanos los yacimientos más importantes estaban en Asia Menor y en el norte de África. Los más grandes yacimientos de aquel tiempo se hallaban en la antigua ciudad de Segóbriga (actualmente la ciudad española de Cuenca). La historia narra que Plinio visitó esas minas en el año 76. Hasta hoy se pueden encontrar allí vestigios de la actividad minera de la antigüedad. Debido a la rareza de los grandes cristales de selenita, las ventanas de este material eran objetos representativos de lujo y prestigio. En Roma algunos baños públicos tenían cristales de selenita. Puesto que el tamaño de los cristales es limitado, se ensamblaban planchas más grandes a partir de trozos cuadrados más pequeños, de manera similar a los vitrales. Según se ha narrado, el emperador Tiberio poseía un invernadero hecho con cristales de Lapis specularis.
Se pueden encontrar cristales de selenita enormes en geodas o rocas huecas. Una geoda gigante, aunque los cristales individuales no sean de dimensiones espectaculares es la «Gran Geoda de la Mina Rica», cerca de Pilar de Jaravia, en Almería, España. La gruta de selenita (Marienglashöhle) cerca de Friedrichroda en el Bosque de Turingia, también es muy famosa en Europa. Igualmente, son muy conocidas las minas de Debar en Macedonia, con sus cristales gigantes de hasta siete metros. Sin embargo, los cristales de crecimiento natural más grandes del mundo se encontraron en el año 2000 en la Mina de Naica en el norte de México. Estas cuevas contienen enormes cristales de selenita, con ejemplares que alcanzan entre 11 y 12 metros de longitud y 2 metros de diámetro (aunque la mayoría de ellos solo mide unos 6 metros) y un peso de hasta 55 toneladas.
Cristales de yeso de la cueva de Naica. Para valorar la escala, fijarse en el hombre en la parte inferior.

Gruta de Selenita (Marienglashöhle) en Friedrichroda.

Selenita en las paredes de la cueva. 

Características:
Las planchas extensas y transparentes de selenita pueden dividirse en placas transparentes muy finas, que en la antigüedad, sustituían al vidrio. En la actualidad, la selenita se extrae de canteras y se usa como yeso común.
La leyenda de Europa Central argumenta que los cristales de selenita se forman con Luna creciente, existen cristales de selenita en diferentes formas y variedades desde rocas huecas a geodas.
Es incolora, blanca, muestra una transparencia especial, glacial, fina, estriada y muy delicada. Se distingue de los demás minerales por su suavidad. La mayor parte de los cristales de selenita son estriados y las largas líneas sobresalientes en toda su longitud animan y canalizan una energía de alta frecuencia a través del cuerpo entero del cristal.

Propiedades de la selenita:
Piedra portadora de luz por excelencia, muy espiritual y femenina, nos ayuda a movernos por el cuerpo de luz. Proyecta el rayo de la luz blanca en el entorno; ella habita entre la luz y la materia, es un cristal etéreo. El blanco es la vibración del color asociada al chakra de la corona, así, la Selenita activa y limpia este chakra,  permitiéndonos expandir nuestra conciencia.

En meditación nos ayuda a comprender patrones auto-impuestos, disolver bloqueos, resolver preocupaciones hasta escoger el camino adecuado y sanar la situación. Nos trae claridad mental, nos introduce en nosotros mismos para conocernos, haciéndonos más conscientes de nuestro interior. Simboliza el estado mental más lúcido que puede alcanzarse, cuando todos los pensamientos que entran en la conciencia se originan en la fuente y son reflejos directos del espíritu puro.
Se ha hablado sobre los conocimientos guardados por magos y alquimistas en los cristales de Selenita para perpetuar su conocimiento en momentos donde fueron perseguidos o muertos. Ellos esperaban que algún día, la persona correcta se sintiera atraída hacia el cristal de Selenita y pudiera bajar toda esta información.
La selenita nos conecta con el guía interior, con el yo superior, es una llave del alma, abriendo los chakras, ayudando a recordar los sueños por su conexión con el tercer ojo, estimulando el chakra corona e invitando al despertar espiritual.
Puede ser usada para acceder a las vidas pasadas y a las vidas futuras
En los tiempos de la Atlántida y Lemuria la selenita era muy querida y admirada por todos por la cantidad de cualidades y dones que les presentaba.
La selenita también puede emplearse en el plano físico alineando la columna y removiendo bloqueos energéticos, ayudando a la flexibilidad de los músculos atrofiados. Estimula el funcionamiento del aparato digestivo, abre el apetito, combate la halitosis, desintoxica células. Es beneficiosa para tratar enfermedades que afectan al aparato respiratorio; regula la producción de adrenalina, protege los ovarios de quistes, y calma los dolores menstruales.
Se puede emplear una vara de selenita pasándola por los meridianos del cuerpo, para limpiar el aura y remover los bloqueos eliminándolos. La Selenita puede desbloquear rápidamente la energía estancada y hacer que fluya y que se enfríe.

Propiedades del mineral:
-A nivel emocional: Es relajante y se recomienda a personas que padecen angustia y ansiedad.
Aporta seguridad para afrontar los problemas de la vida.
Combate la tristeza y la melancolía. Puede eliminar emociones negativas como la rabia y el resentimiento y liberar recuerdos dolorosos difíciles de olvidar.
-A nivel espiritual: Aporta claridad mental, dispersando las emociones erráticas y potenciando el buen juicio y la comprensión. Aporta sentimientos nobles.
Da acceso a la conciencia angélica.Es excelente para el trabajo espiritual, en especial la meditación trascendental.
-A nivel sexto sentido: colocada sobre la cabeza coronilla, abre el chakra corona.
Esta piedra sirve como puente con el más allá, recibiendo y enviando información a través de frecuencias muy elevadas por eso se denomina también piedra teléfono. Usada en la meditación
-A nivel familiar/profesional: Aporta armonía, paz y seguridad.
La Selenita no puede ser lavada o limpiada con agua pues se derretirá, puedes limpiarla a la luz de la luna o con incienso o con imposición de manos.